Desde la aparición de la crisis, la burbuja inmobiliaria, la desigualdad y, los recortes sociales en este país, la ciudadanía se ha movilizado por la defensa y la lucha de sus derechos fundamentales.

En este contexto aparece en escena la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que desde 2009 en Barcelona surge como una respuesta ciudadana para hacer frente a la grave problemática de los desahucios y de las ejecuciones hipotecarias constituyéndose como una herramienta fundamental para el empoderamiento de miles de personas afectadas que empezaban a no poder pagar sus hipotecas y, que a pesar de perderlo todo luchaban para no perder su dignidad. Actualmente la PAH se articula en más de 200 PAHs en casi todo el territorio español cubriendo necesidades inmediatas, la respuesta reside en la organización, en el empoderamiento ciudadano, en su transversalidad, en su carácter plural y apartidista, porque en nuestra plataforma nadie sobra, todos somos necesarios.

En esa medida PAH Valencia no es ajena a ella, en nuestro movimiento existen personas solidarias con nuestra lucha y personas afectadas, juntas nos organizamos para cambiar la ley hipotecaria y denunciar esta anómala situación, porque entendemos que la paralización de un desahucio o de una ejecución hipotecaria se hace mediante la organización de la ciudadanía e implicación de las víctimas de los desahucios que se rebelan ante la injusticia de una ley hipotecaria anquilosada en el siglo pasado que favorece a la banca en detrimento del hipotecado, que no se rinden a perder un bien de primera necesidad como es el derecho a una vivienda y, resiste al poder de la banca, de las financieras y los fondos buitre, perdiendo el miedo porque están acompañadas del calor de la PAH, cuyas pequeñas acciones, movilizaciones y luchas constituyen una respuesta organizada y solidaria que nos hace entender que la vivienda se ha convertido en un negocio en lugar de asegurar de que este fuera un derecho garantizado por ley, por eso hablamos de estafa hipotecaria porque el origen de todo esto ha sido la mala praxis de los bancos, mientras los gobiernos de turno rescataban a la banca y al poder financiero, condenando al olvido y a la precariedad a miles de familias. No debemos olvidar que la problemática de los desahucios y de la crisis en general nos permiten entender una época que estamos viviendo donde es fácil observar cómo viven los privilegiados y como sufren los desfavorecidos producto de la burbuja inmobiliaria.

Por eso; desde la PAH denunciamos a la élite política y financiera de la situación actual mediante campañas para luchar contra la vulneración del derecho a una vivienda digna, dichas campañas se traducen en dación en pago, mociones a los ayuntamientos, stop desahucios, obra social de la PAH, escraches, ILP. Estas demandas se reflejan actualmente en nuestras EXIGENCIAS PAH, que significa luchar con medidas de mínimos para garantizar el derecho a la vivienda, la justicia social y, poner fin a los desahucios y la pobreza energética.

Ante este nuevo escenario, y con la reciente victoria de la Iniciativa Legislativa Popular catalana, hoy ley 24/2015 la campaña Exigencias PAH exige un compromiso público y explícito mediante la interpelación a los partidos políticos sin excepción, presentando mociones en los ayuntamientos o propuestas en los parlamentos autonómicos, demostrando que SÍ SE PUEDE, porque se puede legislar para la ciudadanía con 5 demandas de mínimos, necesarias, urgentes, destinadas a rescatar a la ciudadanía como son:

1. DACIÓN EN PAGO RETROACTIVA, significa poner fin a las deudas de por vida, a deudas ilegítimas, garantizar el derecho a volver a empezar.

2.- ALQUILER ASEQUIBLE, significa el alquiler como una opción de vida segura, estable y a un precio asequible.

3.- STOP DESAHUCIOS, significa ni una familia más en la calle.

4.- VIVIENDA SOCIAL, significa poner fin a los pisos vacíos en manos de la banca creando un parque público de alquiler. No se entiende que haya gente sin casas y casas sin gente.

5.- SUMINISTROS GARANTIZADOS, significa no más cortes de agua, luz y gas.

Mientras la realidad cotidiana nos muestre desalojos forzosos seguiremos en una situación de emergencia habitacional, por eso, hemos de potenciar los movimientos sociales, las diferentes plataformas o mareas para conseguir que se empodere y participe la ciudadanía, porque ¡Si Se Puede!, más de 500 mil desahucios en estos últimos años son la prueba de ello, por eso apostamos porque los movimientos sociales y, la PAH en concreto, sigamos teniendo un papel importante en el nuevo escenario político por cambiar la situación social y política para promover cambios legales que den respuesta a la vulneración de derechos fundamentales que sufren las personas afectadas y proponer soluciones para hacer efectivo el derecho a la vivienda, sólo así se conseguirán los éxitos de los derechos constitucionales y humanos.

Las elecciones generales no han dado una mayoría clara por el cambio social y los derechos humanos; y, hace falta cambiar casi todas las leyes, prueba de ello es que los cambios progresistas en los ayuntamientos y gobiernos autonómicos se enfrentan a unas arcas vacías producto del saqueo del partido popular, que les imposibilitará resolver con urgencia los problemas sociales, si es que no hay una apuesta radical por el cambio y la transformación social.

“Normalmente cuando las personas están tristes, no hacen nada. Se limitan a llorar. Pero cuando su tristeza se convierte en indignación, son capaces de hacer cambiar las cosas”

Malcolm X